martes, 9 de febrero de 2010

El Ejército Revolucionario del Sur

08-diciembre-2009
Anda circulando en la red el comunicado número uno del que se hace llamar Ejército Revolucionario del Sur (ERS), que dedica su primera comunicación –la más importante en términos simbólicos para cualquier grupo armado- a denostar la figura del ex gobernador de Guerrero y actual senador de la República por el PRI, Ángel Aguirre.
El texto, firmado “en algún lugar de la montaña guerrerense”, se compone de cuatro párrafos en los que lo menos que le dicen a este personaje es corrupto, tirano represor, hipócrita, cínico, dictador, avaro, codicioso, etcétera.
Finaliza con arengas en mayúsculas y entre signos de admiración en los que llama a impedir –no dice explícitamente de qué manera- el cacicazgo de Aguirre, pide libertad para los presos políticos, pone un ¡Patria Libre o Morir!, y desliza por ahí un raro “¡Tomad las armas!”.
Resulta extraño que el ERS no se presente en sociedad diciendo cuál es el motivo de su lucha, más allá de mencionar que es un ejército de pobres. No plantea ideología de lucha. No propone transformar el Estado o derrocar al gobierno. Personaliza sus ataques en contra de sólo uno de los precandidatos del PRI a la gubernatura de Guerrero.
¿Por qué organizarse de manera armada para atacar a un cacique, habiendo tantos otros objetivos militares, quizá políticamente más representativos de la represión en aquella entidad? Por qué Aguirre y no los otros precandidatos del PRI del PRD o del PAN. Si este ex gobernador fuera el único candidato se entendería, pero no lo es.
Así de escueto, este comunicado parece más un panfleto propio de la guerra sucia entre precandidatos a la gubernatura que un llamado justiciero. La fabricación de membretes guerrilleros no es nueva; ha servido para justificar represiones, asustar sociedades y enlodar autoridades.
En el contexto de la sucesión guerrerense, el presunto comunicado guerrillero es, sin embargo, un ataque menor, si tomamos en cuenta que otro fuerte precandidato, el perredista Armando Chavarría, fue asesinado afuera de su casa el pasado 20 de agosto. Así se las gastan por allá.
No dudamos de que Aguirre Aceves pueda llegar a ser alguno de todos los adjetivos que le endilgaron en el texto citado, pero mientras el autodenominado ERS no clarifique las razones de su particular encono, ni articule un discurso que le otorgue sustento a su lucha, sólo será, voluntaria o involuntariamente, un instrumento de los enemigos políticos de Aguirre. Nada serio, pues.
¿70 guerrillas?
Comparto la columna que publicara la semana pasada el periodista Francisco Rodríguez, quien retoma un viejo reporte generado por el Centro de Inteligencia de El Paso, Texas (EPIC), en el que, sin muchos datos que lo respalden, asegura que 70 grupos guerrilleros mexicanos se han unido para hacer mucho ruido político-militar en 2010.
Suena a despropósito.

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