viernes, 5 de febrero de 2010

EPR: más politica que balas

09-junio-2009
Ayer, el Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR) pidió a la Comisión de Mediación que coadyuva a buscar a sus militantes, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, que no se disuelva –como anunció el 21 de abril pasado-, sino que continúe sus esfuerzos frente al gobierno federal, comprometiéndose a mantener su tregua mientras dure su misión. Esto, dice el grupo, como producto de una consulta a sus bases.
La decisión sorprende a la mayoría que esperaba ya un ataque militar en respuesta a los avances (pocos o muchos) conseguidos por la Comed, ante la cerrazón del gobierno federal a avanzar en las pesquisas. Una vez más el EPR da un mentís a quienes lo etiquetan como una organización terrorista que no sabe más que echar balas y poner bombas.
Ayer mismo platiqué con Jorge Lofredo, investigador del Centro de Documentación de los Movimientos Armados (Cedema) al respecto, e intercambiamos puntos de vista.
Lofredo considera que el EPR dio un paso político muy importante, pues nos recuerda que no sólo son una organización exclusivamente militar, sino político-militar, que puede también actuar por vías que no son las armadas.
Vale hacer notar que el grupo no reaccionó de manera extremista o radical y que no optó por el atajo militar, pues fácilmente pudo haber argumentado que el gobierno federal se cerró a la Comed y no había más salida que la violencia.
Por el contrario, sorprendió con el refrendo de los trabajos de la Mediación. Lo cual a Lofredo no le parece un acto de debilidad, sino, por el contrario, de una claridad en su determinación por actuar por la vía política.
Jorge cree que en este momento, el EPR, más que luchar por la revolución busca legitimidad político-social, a partir del trágico hecho de la desaparición de dos de sus militantes. Como organización político-militar se legitima ante los ojos de la sociedad deslegitimando al gobierno, lo cual no sólo pasa por atacarlo con las armas.
Con este tipo de iniciativa se aprecia una decisión política por insertarse en el debate nacional y ser considerado parte de la sociedad mexicana y no sólo como una guerrilla armada tradicional latinoamericana de los años 50 o 60 –una “guerrilla mala”-, sino como un ente político, que demuestra una vez más su capacidad para subordinar lo militar en determinados momentos.
Es singular ver cómo en el lapso de año y medio, el PDPR-EPR ha presentado varias caras de una organización político-militar: 1.- mediante un largo silencio, pues desde 1998 hasta mediados de 2007 no actuó. 2.- Militarmente atentando contra Pemex, en una acción “quirúrgica”. 3.- Proponiendo una comisión de Mediación inédita. 4.- Refrendando ahora los trabajos de dicha mediación.
Coincidimos en que esta posición del EPR no es extrapolable a los demás grupos similares, como ERPI o la Coalición Revolucionaria (CR) aglutinada en torno a TDR, ya que cada organización vive tiempos y momentos diferentes. ERPI está en plena autodefensa activa en Guerrero, y CR están expectantes, acaso en momentos de acumulación de fuerzas y recursos.
Nos pareció, por igual, que también puede percibirse un intento, cuando menos discursivo, del PDPR-EPR, por mostrar una cara democrática, al consultar a sus bases y alejarse un tanto del tradicional centralismo democrático que se ha pensado que domina las decisiones en el grupo. Es un hecho que las decisiones siguen siendo centrales, pero a partir de escuchar a las delegaciones estatales, cuando menos.
También hay un matiz interesante en el hecho de que desde su primer párrafo, los eperristas reivindican la búsqueda de sus dos militantes, pero también de Francisco Paredes Ruiz, Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, por cuya aparición ya ha abogado en otros comunicados, pero sin tanto énfasis como ayer, y sin mencionar ya a otros desparecidos, los Vega Zamarripa, a quienes en algún momento consideró víctimas del delito de desaparición forzada.
De hecho, los trabajos de la Comed, si bien están orientados en un primer momento a buscar a los eperristas desaparecidos en mayo de 2007, tienen en sus manos un compromiso mayor: contribuir a que en el país se erradique el delito de desaparición forzada de personas en todos los casos.
Ahora bien, la pelota está la cancha de la Mediación. ¿Considerará los sendos llamados de la Secretaría de Gobernación y del EPR para que continúe con su labor?
Más todavía, ¿el PDPR-EPR hará de la vía política una constante en su accionar o sólo es un movimiento de coyuntura que responde a una táctica para un momento determinado?
Una última duda:los demás grupos armados del país, ¿respetarán la tregua ofrecida durante los trabajo de la Comed, descartando a la CR que ya se liberó de tal compromiso?

1 comentario:

  1. Le invito a visitar dos sitios de Internet en los que estoy editando un ENSAYO CONSTITUYENTE MUESTRA.

    http://constituyentecivil-mexico2010.blogspot.com
    http://gacetaconstituyente-mexico2010.blogspot.com

    Saludos.

    Alfredo Loredo.
    San Luis Potosí. Mx.

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