viernes, 5 de febrero de 2010

Las opciones del anarquismo

12-febrero-2009
Cierro por lo pronto el círculo de la reflexión de dos blogs anteriores (1)(2) sobre lo que los anarquistas proponen para la sociedad, algunos de ellos violentamente, como los que se han manifestado recientemente en Chile, Grecia y México y otros, como nuestro amigo Everth Provoste, desde el punto de vista teórico.
Everth nos vuelve a escribir esta semana y vuelvo a poner a consideración del debate entre todos sus argumentos a favor de que el anarquismo propone un comunismo, cuya forma final tendría varias opciones, no una sola.
“El anarquismo, Alejandro, debido a que es una filosofía que se funda en el más extenso concepto de la libertad –entre otros principios-, no ofrece una sociedad definida, ya que el carácter de tal sociedad sería impositivo, por lo tanto, contrario al anarquismo.
“¿Cómo, entonces, no proponen nada?", te preguntarás. Sí, el anarquismo propone muchas cosas, pero nada definido categóricamente porque al momento de proponer algo definido, el anarquismo dejaría de ser una filosofía social para pasar a ser una ideología política con un programa definido, ¿me comprendes?
“Es por esta razón que, en primer lugar, el anarquismo propone la libertad y, en segundo y último lugar, propone la instauración del comunismo, pero cuando hablo de comunismo me refiero a un comunismo libertario, es decir, a un comunismo en donde aún no se sabe si se utilizará como sistema económico al colectivismo, al cooperativismo, etcétera, porque tales sistemas económicos deben ser avalados por la praxis y no por la teoría o los argumentos de tal o cual persona.
“Un reconocido escritor norteamericano que, debo decir, no es de mi gusto, pero que reconozco acertó medio a medio acerca de estas ideas, dijo, sin ambages, que la anarquía es lo mismo que vivimos ahora, pero mejor: sin iglesias, sin ejércitos, sin policías, sin políticos ni partidos políticos, sin jerarquías sociales, en definitiva, sin Estados y con un sistema económico que garantice la equidad social -me refiero a Noam Chomsky-.
“De esta manera, el anarquismo no propone una sociedad categóricamente definida, sino que propone, simplemente, opciones. Como anarquista debo reconocer que desde el calor de nuestras esperanzas tendemos a defender e identificarnos con alguna corriente específica –colectivista, etc.- y a definir, según la corriente a la que se adhiere, el tipo de sociedad que se quiere construir, siguiendo el principio y el sentido común de la libertad de elegir y creer.
“Pero fuera de toda imparcialidad teórica, existe un certero y lacónico texto que columbra cómo ha de ser y organizarse la sociedad post revolucionaria que buscas entender: La anarquía, de Errico Malatesta.
“En aquel texto, Malatesta columbra y describe lúcidamente la sociedad que los anarquistas, en general, añoramos. Te digo con toda sinceridad que no puedo recomendarte una guía literaria específica para comprender tales cosas, hacerlo sería creer ser sabio sin serlo y creer conocer lo que no se sabe, como dijo Sócrates; para comprender a fondo al anarquismo no queda otro camino que el del interminable estudio de la teoría, la interacción con las demostraciones de que la anarquía es posible, y la interacción con la violencia y las desigualdades sociales que justifican la existencia del movimiento anarquista como un todo, sea violento o no.
“Ya que vives en México, te recomiendo que visites la biblioteca virtual del grupo anarquista mexicano Kolectivo Conciencia Libertaria –KCL-, un colectivo de compañeros bien queridos por mí; ¡un saludo para ellos!"

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