lunes, 9 de agosto de 2010

TDR admite secuestro de empresarios

El 22 de abril de 2009 publiqué en El Universal una entrevista digital que hice al grupo Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR), a quien diversos rumores responsabilizan ahora del secuestro de Diego Fernández de Cevallos.

Como he insistitdo, no existe más datos duro de la posible vinculación de grupos armados con dicho secuestro, pero es un hecho que cuando menos TDR tiene abierta esa posibilidad y explica sus razones:

La Coalición Revolucionaria (CR), que encabeza el grupo guerrillero Tendencia Democrática Revolucionaria- Ejército del Pueblo (TDR-EP), considera válido secuestrar empresarios para financiar sus actividades, ya que, desde su punto de vista, toda gran fortuna está cimentada en el crimen, y avala prácticas similares de grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que allá cobra impuestos a narcotraficantes y corporaciones multinacionales.

En entrevista digital con este diario señala que, “partiendo de que toda gran fortuna está cimentada en el crimen, gravamos la gran explotación asalariada mediante la captura y la retención física de empresarios capitalistas, con base en un código que nos obliga a respetar su la integridad física y moral”.

La CR dice que es sabido que los guerrilleros colombianos capturan a civiles y militares que apoyan al gobierno, reteniéndolos como prisioneros de guerra, pero siempre dentro de lo que califican como el marco de una estrategia de liberación nacional y de la construcción de una sociedad socialista.

Aun así, deslinda a las FARC de participar directamente en el tráfico de drogas, afirmación que le parece forma parte de una estrategia política y mediática instrumentada por la “mafia gobernante colombiana”, a fin de desacreditar , aislar y golpear a esta organización revolucionaria.

Sobre la guerra que se lleva a cabo en el país en contra del narcotráfico, TDR-EP considera que no es real, que más bien es una máscara con que las distintas mafias gobernantes pretenden ocultar su participación en este lucrativo y criminal negocio, y disfrazar su sesgada intervención en la guerra de las drogas.

“Como ejemplo podríamos mencionar la protección de los Salinas al cártel del Golfo y la de los gobiernos de Fox y Calderón al de Sinaloa. En esta disputa por las plazas, las principales tajadas están entre gobernadores, senadores, diputados, funcionarios del gobierno federal y altos mandos policiacos y militares”.

Señala que la “supuesta” lucha contra el narcotráfico en México y en otros países ha sido la cortina de humo desde la que se han tratado de enmascarar acciones represivas y contrainsurgentes.

Sobre la posibilidad de que los grupos armados se unan en un esfuerzo común, asegura que, en tanto objetivo estratégico, la unidad de las fuerzas revolucionarias rebasa la coyuntura actual y tendrá que irse dando paulatinamente.

Reconocen los avances de organización social que ha alcanzado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en sus territorios y consideran que en Oaxaca se está dando un reflujo de la lucha popular, luego de que la APPO fuera debilitada por las acciones represivas de Ulises Ruiz.

TDR-EP surge como una escisión del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en agosto de 1999, y se encuentra a la cabeza de un grupo de comandos guerrilleros de índole estatal.

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